Fernandez Oro.- Ayelen Cervin quien por el momento vende churros sobre la ruta 65, tomó una drástica decisión luego de verse inundada por deudas. Vender su riñón.
Junto a su marido eran los dueños de una panadería en el centro de la localidad, pero debido a las bajas ventas y las altas tarifas de los servicios, no pudieron sostener el comercio y cerraron sus puertas.
Ayelen comentó que deben varios meses de alquiler, una suma que asciende a 300 mil pesos. Por lo que decidió realizar una publicación en las redes donde explicó la situación de su familia y ofreció su órgano a cambio dinero.