Buenos Aires.- Miguel Ángel Porro, el profesor que fue envenenado por una de sus alumnas en un colegio de Villa Ballester, aseguró hoy que analiza «dejar la docencia», aunque aclaró «no tener ninguna animosidad» contra la joven.
El hecho fue conocido hoy, cuando dejó la terapia intensiva luego de que una alumna del colegio Comercial N° 13 de Ballester, colocara veneno en su botella de agua, antes de la finalización de una clase.
En declaraciones que hizo Porro en un canal de televisión, dijo estar «contenido desde lo clínico» pero «mal desde lo emocional», aunque subrayó: «No tengo ninguna animosidad contra una niña que tiene un hogar destruido, una conducta que no corresponde a su edad y que está muy conflictuada».
El hecho sucedió cuando el docente dictaba en ese establecimiento la materia Construcción de Ciudadanía, relató que todas las mañanas cuando iba a la escuela, compraba una botella de agua en el bar, dado que es diabético e ingiere líquido por «indicación médica».
«Ese día compré una botella y fui a dar clases. La puse en el escritorio y, antes de que terminara la clase, viene un grupo de chicos de otro año a buscar un libro de temas y se lo llevan», indicó y agregó que luego fue hasta la puerta del aula para llamar la atención a otro grupo que estaba en hora libre y «hacían un poco de lío».
Porro señaló que, al salir del aula, tomó «una pastilla para la diabetes y un sorbo de agua de la botella», tras lo cual se le acercó uno de los chicos que había ido a buscar el libro de temas y le advirtió que «una de mis alumnas le dijo que le había puesto veneno para ratas».
«Miré la botella y estaba blancuzca, opaca y con pintitas como amebas de aceite», detalló, tras lo cual otra alumna le dijo que la chica había contaminado el agua con «veneno para cucarachas».
Asimismo, otra de sus alumnas dijo haber visto a la acusada «abrir la mochila, sacar un frasquito pequeño con líquido blanco y ponerlo en la botella», sostuvo el docente.
El profesor indicó que comenzó a sentir «la boca y la garganta hinchada, con un brote de alergia», por lo que fue trasladado a terapia intensiva, donde le colocaron sueros e inyecciones para que «no se formen coágulos en la sangre».
Además, aclaró que la joven «es una alumna que no estudia y no quería estar en esa escuela, después me enteré de eso».
Tras indicar que la botella con el veneno se encontraba en La Plata, donde estaba siendo «analizada», Porro adelantó que el sábado obtendrá un turno con el gabinete psicológico, dado que dijo sentirse «alterado, por otro lado comprendiendo y con ganas de no volver».
Sin embargo, dijo: «Estoy pensando seriamente en dejar la docencia, porque es como hablar en el desierto», reconoció el profesor.
Porro señaló que la materia que dictaba en ese colegio apunta «precisamente a lograr que los chicos comprendan el respeto por el otro, los derechos humanos, las normas jurídicas y sociales», además de que «se formen como ciudadanos».
Por último, pidió un «cuestionamiento a qué está pasando en el sistema educativo, cuál es nuestro rol y de qué manera se puede solucionar».
(Fuente: La Nación)