Neuquén.- Los trabajadores de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) sostienen que el acuerdo que cerraría el gobierno nacional con China, para hacer una nueva empresa eléctrica nuclear en Buenos Aires, significaría el fin de la planta ubicada en Arroyito.
“Es prácticamente un acta de defunción para la PIAP”, sostuvo Cristian Salas, delegado de la PIAP. Además expuso que “el gobierno nacional no solo no pretende hacer el stock para las centrales que existen, sino que además termina cerrando un acuerdo con el gobierno chino, el cual no va a demandar agua pesada”.
Según trascendió, el financiamiento sería un 85% con fondos del país asiático y se ubicará en el complejo Lima de Zarate-Campana. Funcionará con uranio enriquecido que es un elemento que no se produce en Argentina.
Salas lamentó la decisión el año pasado del gobierno nacional de suspender la construcción de la cuarta central nuclear Atucha III . Se mantuvo por ese entonces, el proyecto de la quinta central que no demanda agua pesada.