Río Negro.- A tres años de la desaparición y posterior hallazgo sin vida de Lucas Muñoz, su familia ratifica el pedido de Justicia y sostiene que hay miedo de hablar por parte de testigos.
En diálogo con un medio radial de Bariloche, el hermano del joven policía habló sobre las sensaciones en fechas tan difíciles. “Transitar julio y agosto es doloroso por todo lo que pasó en esos dos meses. Se reabre la herida y uno está como tratando de vivir con ese dolor”, expresó Javier.
Sobre la causa, el hombre afirmó que “después de tres años estemos como al comienzo, habla de que el que sabe algo no tiene confianza en la Justicia y prefiere callarse a terminar como terminó Lucas”.
Javier Muñoz dijo sentir “impotencia, angustia y dolor” por la falta de datos respecto a lo que ocurrió con su hermano, que estuvo secuestrado 27 días y asesinado de un disparo en la cabeza.
“Tal vez no sepamos quién fue, pero sí por qué. No sé si va a ser un consuelo pero tapa algo de la herida grande que tenemos”, manifestó.