La polémica desatada en el país por la estación espacial emplazada por el gobierno chino en territorio neuquino termina con una simple declaración: “En la base china nadie identificó que hubiera personal militar. Son chinos, son todos iguales”, dijo la canciller Diana Mondino.
Algo similar había dicho el intendente de Bajada del Agrio, Ricardo Esparza, en declaraciones a Radio La Red Neuquén, donde dijo que era gente muy amable y que no podía distinguirlos. Finalmente el debate fue reducido a un comentario xenófobo que no responde ni cerca a todas las especulaciones que se generaron en torno al funcionamiento de la conocida como “base China en Neuquén”.
El embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley, había dicho al diario La Nación: “Me sorprende que la Argentina permita que las Fuerzas Armadas chinas operen en Neuquén, en secreto, haciendo quién sabe qué”. Luego de la inspección que incluyó vuelos directos, mucho hermetismo y gran expectativa todo se resuelve con que “son todos iguales”.