El piloto local, que competirá en motos, se instaló en el campamento base en la ciudad de Al-Ula, en Arabia Saudita. “Estoy feliz de estar ya viviendo el ambiente del Dakar”, dijo el neuquino Santiago Rostan, uno de los cinco pilotos de Argentina, en la 46° edición de la emblemática prueba que se iniciará este viernes en Arabia Saudita.
Ya instalado en el campamento base desde dónde comenzará a desandar la aventura, se mueve como un niño al que lo deslumbra todo, pero con la ansiedad del que sabe que lo espera un desafío duro.
“Estar acá en el vivac, compartiendo el desayuno, mirar para un costado y sabér que tenés a los mejores pilotos del mundo en motos es algo increíble”, dijo Santi “feliz también por compartir todo esto con mi viejo”, valoró.
Rostan, quien estará junto a los históricos hermanos Benavídez (Kevin y Luciano); Sebastián Urquía y Diego Llanos, afrontará por primera vez la travesía luego de ganar el pase directo al ser el mejor piloto novato del Desafío Ruta 40, en el pasado mes de agosto.
Ya tiene en sus manos la moto KTM 450 del team Xraids Experience de Barcelona tendrá el número 99 y con la que afrontará la aventura.
“Estamos instalados desde hace varios días acá. Tenemos de día temperatura de 30 grados y ya a la noche, tres y hasta menos cinco grados, lejos de la ciudad, en la nada misma y eso le da un ambiente más de Dakar. La ansiedad no está jugando a favor ya que queremos largar”, se entusiasmó.
El neuquino recorrerá 4.200 kilómetros de carrera, pero hay que contabilizar los tramos de enlace de aproximadamente la misma distancia y que también deberá realizar arriba de la moto para totalizar los 7.891 kilómetros. La competencia se pondrá en marcha este viernes desde Al-Ula y finalizará el 19 de enero luego de doce etapas.
La competencia más extrema del mundo, que por quinta vez consecutiva tiene a Arabia Saudita como epicentro, este año se perfila, según los organizadores, «como la más exigente hasta la fecha, tanto para los pilotos como para las máquinas».
Se iniciará con un prólogo de 28 kilómetros de velocidad en Al-Ula, un destino ya visitado en ediciones anteriores, pero que en esta oportunidad se adentrará en la magnitud del desierto y en una zona emblemática por la presencia de históricos templos. Este prólogo tendrá una duración y una complejidad mayor al de otros años, con el objetivo de «colocar a los pilotos en un orden coherente que corresponda a su valor», de cara a la largada de la primera etapa.
La rigurosidad del prólogo es sólo un anticipo de lo que serán dos semanas de máxima exigencia, con casi un 60% de recorrido nuevo y que tendrá como plato fuerte la etapa maratón de 48 horas, programada para el sexto tramo, que será un rulo en Shubaytah. Durante esos dos días los pilotos no contarán con asistencia y estarán repartidos en ocho vivacs diferentes.
A las 16:00 del jueves 11 de enero los participantes deberán detenerse en el campamento más cercano en su ruta y allí pasarán la noche hasta las 7:00 del día siguiente, cuando se relanzará la competencia. Durante ese tiempo, no dispondrán de conexión ni ningún tipo de información sobre los resultados de sus rivales. Este será el tramo más duro de la competencia.