Santa Fe.- El resultado de las PASO de Santa Fe, en donde se impuso Miguel Del Sel por menos de 6 mil votos de diferencia, quedó envuelto en la polémica ayer después de que la Secretaría Electoral de la provincia informara que “no se han contabilizado aproximadamente unas 700 mesas” lo que equivale a unos 200 mil sufragios.
La información fue confirmada por la secretaria electoral Claudia Catalín, quien en declaraciones a la prensa aclaró: «Tenemos mesas que no se pudieron cargar porque no se entendían los telegramas enviados».
La funcionaria anunció que hoy, desde las 8, se iniciará el escrutinio definitivo que es «el que vale y que se hace voto por voto», pero que según anticiparon distintas fuentes oficiales, va a tardar una semana porque son 19 departamentos y, además, uno de los últimos será Rosario, un municipio que equivale al 38 por ciento del padrón provincial.
«Va a haber modificaciones en el resultado, por eso somos prudentes, porque las ansias no se logran calmar. Es grave lanzar sospechas sobre algo que no es definitivo», afirmó Catalín.
Antecedentes sobre irregularidades hay varios. Pero el más resonante que aún se recuerda, ocurrió en 1995. Bajo imperio de la entonces Ley de lemas, el menemismo llevó como candidatos a dos que hoy están en la misma lista: Héctor Cavallero-Omar Perotti, para disputar la gobernación contra Jorge Obeid-Gualberto Venesia, apoyados por Carlos Reutemann. A la medianoche, el escrutinio se detuvo por fallas en el sistema informático. Al día siguiente, Reutemann ordenó que el escrutinio se realizara voto a voto. Según los comentarios de la época, se evitó así un fraude informático con pocos precedentes en el país.