River perdió pero logró su pase a la semifinal de la Copa Sudamericana

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Chapeco, Brasil – En esta ciudad del estado de Santa Catarina, River Plate consiguió el pasaje a las semifinales de la Copa Sudamericana que vino a buscar. El equipo de Marcelo Gallardo no rindió a la altura de su misión de defender el título, y dejó Brasil con una derrota por 2-1 frente a Chapecoense, aunque le alcanzó con el 3-1 en el duelo de ida en el Monumental, para sellar la serie con un ajustado marcador global de 4-3.

En el comienzo, River estuvo cerca de la apertura con una definición errática de Pisculichi tras un rebote, y luego con un tiro libre del volante de enlace que rozó el poste derecho de Danilo. Como contrapartida, el local impactó en su primera llegada. Bruno Rangel, a los 21 minutos, tras un desborde y centro de Dener, y luego de un desvío en la cabeza de Álvarez Balanta, puso en ventaja a Chapecoense, que así reducía distancias en el marcador global. Desde entonces, River se armó de paciencia ante la desventaja y ganó el control del mediocampo. Ponzio, con un zurdazo, obligó a una estirada de Danilo, y enseguida, ya en tiempo de descuento, Sánchez, con un cabezazo tras un centro de Pisculichi, anotó el 1-1 que deja al club de la banda roja a un paso de las semifinales. Fue el tercer gol del volante uruguayo en la Sudamericana.

En el comienzo de la segunda mitad, Pisculichi preocupó con un remate que controló Danilo, pero nuevamente el local se puso al frente. De un tiro libre ejecutado por Maranhão llegó un cabezazo en el segundo palo -floja marca de Álvarez Balanta- y la pelota volvió al medio, donde Rangel se estiró y la empujó a la red para el 2-1 parcial. Aturdido, River estuvo muy cerca de complicarse. Neto, tras un rebote que dio Barovero, falló solo ante el arco vacío.

Gallardo movió el banco: Viudez por Ponzio y Mammana por un desconsolado Álvarez Balanta, y después, Lucho González por Pisculichi. Mercado, con un cabezazo, estuvo cerca del empate. River se mostró más ambicioso en ese tramo del partido, pero con poco se las arreglaba el local para complicar, y Barovero salvó lo que era el tercero tras un cabezazo de Rangel que desnudaba las flaquezas en la zona aérea visitante. En un desenlace abierto, Sánchez no llegó a empujar un centro cruzado de Mora, y a los 44, un cabezazo de Martins rebotó en el travesaño cuando el arquero no llegó. El modesto Chapecoense estuvo a centímetros de llevar a penales el duelo ante el campeón de América.

Con mucha angustia, y con un rendimiento colectivo muy por debajo de lo esperado, River se quedó con la clasificación. Como factor positivo, prolongó su serie exitosa en llaves eliminatorias de carácter internacional. Ahora, deberá esperar unas horas para conocer quién será su rival. Si Independiente Santa Fe supera a su homónimo de Avellaneda, los de Gallardo jugarán una llave argentina contra Huracán; si el Rojo sigue en carrera, irá contra el Globo y River tendrá como adversario a Sportivo Luqueño, que eliminó a Atlético Paranaense.