Mendoza.- River cerró el año con una sonrisa, como es una marca registrada desde la llegada de Marcelo Gallardo. El Millonario venció a Atlético Tucumán por 2-1 y se consagró bicampeón de la Copa Argentina, en Mendoza.
Hoy, en el partido consagratorio, volvió a mostrar el repertorio de los últimos tiempos: un Scocco siempre decisivo, autor del primer gol, un Ponzio que sigue siendo el líder espiritual del equipo, y la clase de Nacho Fernández, quien con un golazo marcó la diferencia definitiva, cuando arrancaba el complemento. Claro, también estuvo lo otro, sus tremendas fallas en defensa, fundamentalmente por las pésimas tareas de sus centrales, Maidana y Pinola.
Enfrente tuvo un rival con hambre de gloria y que buscaba el primer título de su vida. Atlético Tucumán, con el Pulguita como goleador y bandera, dio batalla, tuvo hasta algunas situaciones propicias para contar otra historia cuando el juego estaba 1-1 y en la última del juego para forzar los penales, pero murió de pie y con el reconocimiento de su gente.