En dos meses de gestión la nueva composición de la Legislatura de la provincia ya sesionó 2 veces en período de prórroga y 4 en sesiones extraordinarias.
No es habitual que esto suceda ya que normalmente los y las diputadas asumen el 10 de diciembre e inmediatamente inicia el receso que se extiende desde el 15 de diciembre hasta el 1 de marzo.
Sin embargo, en esta oportunidad rápidamente se hicieron dos sesiones de prórroga (20 y 21 de diciembre) para tratar el proyecto del ejecutivo que eliminó las jubilaciones de privilegio. También se abrió el período extraordinario y el cuerpo sesionó el 8 y 9 de enero para sacar la emergencia sanitaria y el 16 y 17 de febrero para declarar la emergencia carcelaria.
Haciendo memoria legislativa podemos ver que en el 2020 se hicieron solo 2 extraordinarias, en 2014 2 de prórroga y en 2007 1 extraordinaria.
Antes de esas gestiones era más común ya que el período legislativo iniciaba el 1 de mayo y el tiempo ordinario quedaba corto, ya que terminaban el 31 de octubre. En la reforma constitucional del 2006 se amplió el período del 1 de marzo al 15 de diciembre.
La llegada de Rolando Figueroa al gobierno provincial marcó una impronta enérgica desde el ámbito legislativo. Más allá del tiempo de transición que se tomaron junto al gobierno saliente, rápidamente necesitó algunas herramientas legislativas que le permitan, sobre todo, echar mano a recursos para encarar esta época de “vacas flacas”.