Tucumán.- El mal momento que atraviesa Racing se expandió por el norte argentino en el cruce que la Academia protagonizó ante Atlético Tucumán. El equipo de Diego Cocca perdió 3 a 1.
En menos de 5 minutos los de Avellaneda observaron cómo el Decano festejaba ante su gente el gol de Fabio Álvarez. Sobre el primer cuarto de hora el espectáculo comenzó a definirse. Un contragolpe perfecto liderado por el cordobés con pasado en Talleres le permitió a Guillermo Acosta extender la diferencia. El descuido de Andrés Ibargüen en la marca fue una clara muestra del desconcierto albiceleste.
Sobre todo por la escena que se observó a los 20 minutos del primer tiempo, cuando Miguel Barbieri convirtió un gol en contra en una jugada que no representaba ningún peligro.
Sólo por el sacrificio de Pablo Cuadra y Lautaro Martínez Racing llegó al descuento. Si bien la lesión de Lucchetti debilitó levemente a la solidez tucumana, el Oso Sánchez tuvo un par de intervenciones que desarticularon los ataques bonaerenses.
En la reanudación de pleito una clara mano de Romat pudo cambiar la historia. La tendencia a cobrar esos penales por acciones deliberadas no fue tenida en cuenta por Echenique y la Academia se privó de tener la posibilidad de tener un penal para ponerse a tiro del empate.
A pesar de haber hecho los méritos para llegar a la red, los de Avellaneda no tuvieron su mejor jornada. Sobre todo después de la polémica que protagonizó Sbuttoni, quien evitó un gol albiceleste con su mano derecha. A pesar de los reclamos de los perjudicados, Echenique volvió a ignorar un penal para que Cocca tenga la excusa perfecta: «cuando el árbitro no cobra dos penales claros se hace difícil».