Neuquén.- El intendente de Neuquén, Horacio Quiroga, lamentó la ocupación del edificio municipal de parte de militantes y dirigentes de ATE y tras condenar “las actitudes prepotentes y violentas” del sindicato, anunció el inicio de la denuncia penal correspondiente y dejó en claro que en Neuquén “no rige el Estado de derecho sino la ley de la selva”.
El jefe comunal informó que los manifestantes obstruyeron la libertad de tránsito a empleados y contribuyentes, y que durante la comisión de estos hechos requirió sin suerte la intervención del ministro de Seguridad, Mariano Gaido, y del Ministerio Público Fiscal.
En un comunicado que difundió por las redes sociales, Quiroga mencionó que “como autoridad de la ciudad, después de varios intentos pude comunicarme con el ministro Gaido para pedirle que provincia garantice la seguridad de los contribuyentes y de los agentes municipales como así también la libertad de tránsito”.
En este punto, Quiroga llamó la atención respecto de que las personas que protagonizaron “estos hechos de violencia son asalariados de la provincia. Es decir, cobran un sueldo que pagamos todos los neuquinos”.
El intendente detalló que también habló con “la fiscalía para que actúe con celeridad y proceda a darle instrucciones a la policía. No pasó nada. Y en definitiva, quienes ocuparon el municipio se fueron cuando se les dio la gana”.
Quiroga manifestó que los dirigentes de ATE fundamentaron la ocupación “por la adopción de medidas en ámbitos donde no tenemos injerencia y además cuestionando declaraciones públicas que realicé y con la que ellos no están de acuerdo”.
“Ese es el concepto de democracia de estos sindicalistas. Si no pensás y opinás como ellos, apelan a medidas violentas y coercitivas porque –hay que decirlo- en Neuquén siempre les ha dado resultado”, remarcó el intendente neuquino.
En este marco volvió a condenar el accionar de los manifestantes, “parece ser que para algunos sectores el ejercicio de la prepotencia y la violencia es un derecho natural. Como si en nuestra provincia no rigiera el Estado de derecho, sino la ley de la selva”.