Neuquén.- El municipio capitalino cedió en comodato a la Fundación Irene, que trabaja con víctimas de violencia de género, explotación sexual y trata de personas, una vivienda para que funcione como su sede.
La transferencia del inmueble se realizó esta mañana y el acto estuvo encabezado por el intendente Horacio Quiroga y la presidenta de la organización no gubernamental, Patricia Maistegui. En ese marco, el jefe comunal convocó “llevar adelante todas las acciones necesarias para estar mejor preparados a la hora de enfrentar estos flagelos” y a “repensar sobre todo la educación de nuestros hijos”.
El acuerdo con la fundación tiene una duración de 10 años y “es un destino más que justo para un inmueble de propiedad municipal” porque va a “contribuir a un tema que presenta cada día casos más alarmantes y que conmueven a la sociedad civil”, dijo Quiroga.
Maistegui explicó que el trabajo que realizan es de prevención, sensibilización y atención psicológica a víctimas: “Este es un puntapié muy importante para atender a quienes lo necesitan”, dijo, y subrayó la importancia de que “una ONG y el Estado trabajen juntos por una problemática tan grave como la violencia de género”.
Por su lado, el secretario de Coordinación, Marcelo Bérmudez, definió la iniciativa como “un claro apoyo a quienes trabajan sobre una cuestión que nos duele a todos en un día muy especial por la gran movilización nacional contra la violencia de género, este flagelo que es muy fuerte y que día tras día no entristece porque hay más casos”.
Esta tarde, desde las 17, Quiroga y parte de su gabinete participarán de la marcha convocada bajo la con signa Ni una menos. Asimismo, con el fin de fomentar la participación de todos lo vecinos, desde las 15 el servicio de colectivos funcionará de manera gratuita.
Bermúdez se refirió a los casos de femicidios registrados en el país e hizo hincapié en la importancia de la “crianza de los padres, en la transmisión de valores incuestionables, tanto para la mujer que aprenda que sus derechos no pueden ser avasallados por nadie, y de los varones para que no maltraten”.
Quiroga manifestó que en un contexto como el de Neuquén, “una ciudad cosmopolita que atraviesa un proceso de ansiedades y expectativas muy grande y que nos hacen vivir un permanente vértigo” se generan “desbordes y siempre hay quienes lucran con estas situaciones. Es una necesidad repensar muchas cosas, hay una sociedad distinta y si encaramos los problemas de la esta sociedad con el pensamiento de siempre vamos a lograr los resultados de siempre”.
“Estamos realmente muy contentos. Desde el primer momento fue uno de los objetivo de la fundación, contar con un lugar físico, con una casa de medio camino para la asistencia a victimas de trata de personas con fines de explotación sexual y a personas que son prostituidas, que luego terminan en las redes de trata”, indicó Maistegui, al tiempo que sostuvo que se trata de “una problemática que nosotros acá en la provincia estamos viviendo últimamente, todos y todas sabemos bien lo que está pasando, la prostitución como institución ya está considerada como una violencia más hacia las mujeres, una de las primeras violencias”.
El nombre Irene significa “la que trae la paz”, explicó, y celebró que “hoy la sociedad se esté alzando en contra de esta ola de violencia que estamos viviendo. La prostitución y la trata son las violencias principales que limitan a las personas sometidas de la dignidad, la libertad, la identidad todos lo derechos humanos son vulnerados”.
Irene funciona desde hace cuatro años y las vías de comunicación con sus integrantes son telefónicas a través de las líneas 156 264 000 y 156 264040, de correo electrónico fundacionirene@gmail, y en Facebook como Fundación Irene.