Buenos Aires.- Quilmes venció 4 a 0 a Aresenal en el último partido de la sexta fecha del torneo de Primera División.
Lo ganó por una contundencia inédita y el desequilibrio de Brian Sarmiento, gestor y autor del primer tanto, que llegó promediando la primera etapa y cambió la estructura táctica del partido.
Arsenal se vio obligado a salir prematuramente y esto le dejó espacios al conjunto local para ir en pos de asegurar el resultado.
Es que el karma que sufre el conjunto de Sarandí pasa por sus visitas, que en este torneo fueron todas derrotas, mientras que de local ocurrió todo lo contrario, ya que ganó la totalidad de los encuentros jugados en esa condición.
Y esto lo volvió a sufrir el equipo dirigido por Martín Palermo, ya que por buscar no perder en vez de ganar, terminó sucumbiendo por una goleada inesperada.
Es que a los 12 minutos del segundo período Gonzalo Klusener logró la segunda conquista quilmeña y a la visita la ganó el desconcierto, sobre todo del medio hacia atrás, algo que aprovechó Sarmiento, la figura de la noche, para hacer de las suyas y propiciar la tercera conquista a los 28, tras un afortunado remate de Nicolás López que se elevó luego de pegar en Damián Pérez y sorprendió al arquero Esteban Andrada.
Y ya en el descuento el ex Independiente Adrián Fernández, recién ingresado, decoró la goleada con un cabezazo para consumar el primer triunfo de Quilmes en el semestre.
Y así también el conjunto local volvió a ganarle a Arsenal después de más de ocho años, ya que la última vez había sido el 12 de febrero de 2006 por 1 a 0, con tanto de Silvio Carrario. Las cuatro veces posteriores fueron victorias de los del Viaducto.
De esta manera los dirigidos por Pablo Quatrocchi alcanzaron los seis puntos en el campeonato, mientras que los de Sarandí se quedaron en nueve.
Ahora Quilmes visitará el sábado a Independiente, mientras que el domingo Arsenal recibirá nada menos que al puntero, River Plate, con el condimento de contar en su banco, junto a Palermo, a otros tres ex referentes boquenses como Roberto Abbondanzieri y Rolando Schiavi.