Quieren que renuncie Rajoy

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España.- En un tormentoso debate parlamentario varios grupos exigieron la dimisión del presidente de gobierno, Mariano Rajoy, acusándolo de no enfrentar los casos de corrupción que sofocan a España y tienen al Partido Popular como la fuerza política con más personalidades comprometidas.

Rajoy rechazó estas acusaciones. El clima era muy tenso cuando comentó la sesión porque estaba presente en todos los medios, como primera noticia, la dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato, muy cuestionada desde que fue designada hace dos años por Rajoy quien la mantuvo en su puesto a viento y marea pese a las acusaciones de ser la responsable de la Sanidad, de la mala gestión por la crisis del ébola y, sobre todo, por sus vinculaciones con la trama de corrupción «Gurtel».

El miércoles pasado el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, cerró la indagatoria de la parte principal del caso Gurtel (correa en alemán) imputando por graves delitos a 43 personas la mayoría muy vinculados al PP. La investigación ha durado casi seis años y tiene 599 tomos de registros.

Entre los mayores acusados se encuentran tres ex tesoreros del PP: Luis Bárcenas, Angel Sanchiz y Alberto Lapuerta así como un alto funcionario de la comunidad de Madrid, un senador nacional y otros vinculados a Valencia y otras comunidades autónomas. También alcaldes de importantes ayuntamientos, el jefe de la trama, Francisco Correa, que actuaba en relación con dirigentes del PP y empresarios que estaban vinculados por contratos de obras y concursos públicos. Al número dos de la Gurtel, ex secretario de organización de los populares gallegos y una larga lista que espera una segunda parte del juicio abierto por el juez.

Lo más explosivo, en lo inmediato, es que el juez declaró que el Partido Popular y Ana Mato resultaron «participes en grado lucrativo» (es decir que se beneficiaron) «por regalos y dádivas de la red corrupta.

Uno de los acusados que más se benefició por los cobros de sobornos en gran escala, fue Jesús Sepúlveda, alcalde de Pozuelo de Alarcón, un acaudalado suburbio del gran Madrid. La red corrupta realizó todo tipo de dádivas que aprovechó la familia de Sepúlveda, integrada por Ana Mato y varios hijos. Se financiaron viajes internacionales, fiestas de cumpleaños y primera comunión, banquetes y compras de ropa y objetos.

Ahora el juez reclama de Mato, y del Partido Popular en su momento, que ayude a fijar el monto de esos regalos, los devuelva o compense su valor.

Mariano Rajoy subió a la tribuna para defender dos proyectos de ley contra la corrupción y anunció mano dura contra los responsables. «Quiero que quien la haga la pague. España no está corrompida, no generalicemos. Se empieza así y se termina atacando el sistema. Eso beneficia a los salvapatrias de la escoba», indicó, aludiéndo a los que quieren barrer con todo, o sea el movimiento Podemos que ha desplazado al PP como primera fuerza política en los últimos sondeos.

Rajoy reconoció que el clima en España a veces «se hace irrespirable» y proclamó que comparte «la indignación de los españoles».

El líder socialista le respondió aceptando que la corrupción era un enemigo común. «Pero no nos afecta a todos por igual. Usted no está capacitado, ni legitimado ni en condiciones para abordar y liderar la regeneración democrática que exige España en materia de limpieza y lucha contra la corrupción», advirtió Pedro Sánchez.

Añadió el dirigente del PSOE que «su partido se lucró (benefició) de la red Gurtel. Su sede (del PP) está construida con dinero B (negro) y se niega a dar explicaciones y asumir responsabilidades. Rajoy le recordó a Sanchéz el escándalo sobre los Expedientes de Regulación de Empleo, uno de los más graves episodios de corrupción, que afecta al gobierno de Andalucía y donde la juez tiene imputados a 226 personas casi todas vinculadas a los socialistas. El jefe del ejecutivo anunció una serie de medidas sobre exigencias a los partidos para expulsar a los militantes que hayan sido condenados y la expulsión cuando uno de ellos tenga que presentarse a juicio oral.

Una sociedad española acosada por la corrupción que afecta a varios partidos principales, empresarios, sindicalistas y diversas personalidad, acaba de entrar en una nueva etapa teñida de escándalo y centrada en las revelaciones de la justicia: Hay numerosas actuaciones que destaparán otra vez sobornos, complicidades y cuantiosas sumas de dineros púbiicos que alimentan a los corruptos y, en muchos casos, van a paraísos fiscales.

Todo a seis meses de las cruciales elecciones de mayo de 2015 y las elecciones generales a fines de ese año. Ya se habla y especula que esta tormenta es devastadora y habrá que adelantar los comicios.

(Fuente: Clarín)