Neuquén.- La yerba es sinónimo de mate en Argentina y en tiempos de crisis siempre es un aliado en la mesa de los hogares. Compartir un mate es una acción que hacemos a diario y sin yerba, no hay mates para tomar.
Los vaivenes de la economía nacional están afectando al tradicional producto y los precios azotan al bolsillo de los amantes de la bebida.
Jonas Erik Petterson, productor yerbatero, habló en La Red Neuquén sobre los impactos negativas que generará en la actividad la desregulación de los precios de la yerba mate.
«La regulación estaba en los productos de materia prima. Cada seis meses se establecían. Las modificaciones del DNU quita esta potestad y deja liberado a las industrias a establecer precios», comento Petterson.
Agregó que «después de 22 años vamos a iniciar la cosecha sin valores fijados y el productor pierde poder adquisitivo».
«Mañana jueves nos reuniremos algunos productores de Misiones para evaluar la situación y posibles medidas a tomar como no hacer entrega del producto a las industrias», señaló.
En términos de números, aseveró: «Hoy el productor recibe 500 pesos por kilo y la industria dice que no le conviene. La libertad de mercado sólo le da más poder a las industrias que imponen precios a los productores y consumidores. Ellos reciben más plata de la gente y a los productores le dan migajas, sus ganancias siguen intactas».
También mencionó que «hasta fines de los 90 había un regulador y lo cerró el señor Domingo Caballo. Hoy vuelve a pasar lo mismo y la historia se repite».
Por último, remarcó que «la regulación le hace justicia al productor que trabaja la yerba todos los días».