En la madrugada del lunes 13 de enero, efectivos de la Policía del Neuquén lograron salvar a un bebé de un año y meses que se encontraba en grave peligro tras sufrir una convulsión fe.
El oficial Horacio Zúñiga, el cabo Benjamín Paredes y el cabo Sergio Gil realizaron un patrullaje preventivo cuando, cerca de las 0:45, fueron interceptados por un hombre que pidió auxilio desesperado. El hombre informó que un bebé se estaba ahogando en una vivienda cercana, y los policías acudieron rápidamente al lugar.
Al llegar, encontraron a una mujer tratando de reanimar al niño con la maniobra de Heimlich, pero sin éxito. Ante la situación crítica, el cabo Paredes tomó al bebé y, junto a sus compañeros, lo trasladaron de urgencia en el móvil policial al h.
Durante el trayecto, Paredes aplicó maniobras de resucitación, logrando que el bebé emitiera un fuerte llanto, señal de que su respiración había sido restablecida. Al arribar al hospital, el personal de salud continuó la atención, confirmando luego que el pequeño estaba fuera de peligro.
El médico informó que la convulsión fue causada por fiebre alta. Los padres del niño, trasladados por vecinos al hospital, pudieron reencontrarse con su hijo.
La Policía del Neuquén destacó la importancia del patrullaje preventivo y de la capacitación en primeros auxilios, valorando la rápida y efectiva actuación de los oficiales que resultaron clave para salvar la vida del bebé.