Neuquén.- El policía Gabriel Pérez, con servicios en la guardia de la Jefatura de la calle Richieri de Neuquén capital, le salvó la vida de una bebé que había sufrido ahogamiento y no podía respirar.
El hecho ocurrió el mediodía del pasado sábado, cuando el agente Perez advirtió el arribo de un auto que a toda velocidad se dirigía en dirección al edificio policial. Del interior salieron dos mujeres con una bebé que estaba sufriendo un ahogamiento y no podía reponerse por sus propios medios.
Sin perder un segundo, el uniformado realizó la maniobra de Heimlich lo que permitió que la pequeña arrojara leche y mucosidad que obstruían sus vías respiratorias.
El cabo primero Fabián Sepúlveda también se sumó al procedimiento y colaboró en la asistencia.
Minutos más tarde arribó una ambulancia del SIEN que se llevó a la bebé hasta el hospital local, donde recibió la atención necesaria hasta su total recuperación.