La sirena y la mención de las 22 víctimas fatales del atentado contra la Embajada de Israel perpetrado en 1992, dieron inicio esta tarde al acto por el 23 aniversario del ataque a la sede diplomática, en la intersección de las calles Arroyo y Suipacha en Buenos Aires.
Tras la presentación de los funcionarios presentes, tomaron la palabra familiares de los muertos y funcionarios.
Jorge Cohen, sobreviviente del atentado a la embajada de Israel, reclamó hoy «memoria y justicia, no importa cuando», por ese ataque que en 1992 dejó 22 muertos.
«Tengo más preguntas que respuestas, y las palabras que se me ocurren son impunidad y dolor, que son un sentimiento, una marca», dijo Cohen en el acto por el 23 aniversario del ataque terrorista.
Conocida la misteriosa muerte de Alberto Nisman, el gobierno de Israel resolvió este año enviar a uno de sus ministros a representar al Ejecutivo en el acto con el que comunidad judía recuerda, cada marzo, el atentado contra la embajada, en 1992. Yair Shamir, encargado de la cartera de Agricultura, mencionó precisamente al fallecido fiscal en el duro discurso que pronunció durante la ceremonia.
El ministro Shamir recordó a las 29 víctimas fatales del ataque a la embajada y observó que «dos años después los asesinos volvieron a golpear» en la AMIA, causando otros 85 muertos.
«Los viles terroristas perpetradores del atentado han sido apoyados y financiados por Irán. No les importó que enfrente hubiera una iglesia, que enfrente hubiera un hogar de ancianos y un jardín.Lo que sí les importó fue matar a la mayor cantidad de judíos posible», dijo.
Tras mencionar ambos ataques, señaló que «lamentablemente» este año ocurrió otra «tragedia». Así definió la muerte de Nisman. Y acotó: «Pagó con su vida el intento de llegar a la verdad».
Aníbal Fernández fue el representante del gobierno nacional en el acto por el 23 aniversario del atentado contra la Embajada de Israel en Buenos Aires. Al llegar al homenaje en la calle Arroyo al 900, el jefe de Gabinete fue silbado por los presentes.
El exsenador minimizó el hecho, al decir que el acto fue un momento de «mucho recogimiento y respeto por las víctimas» del atentado. Además, en diálogo con la prensa sostuvo que «no le presta atención» a los silbidos y abucheos en su contra.