Neuquén.- Acababa de salir del banco con 40 mil pesos. Vio a un joven caminar hacia su camioneta mientras estaba detenido en un embotellamiento en pleno centro y pensó que era un robo. Sacó una pistola calibre 22 y amedrentó al supuesto ladrón.
El otro involucrado en este episodio lo vivió distinto. Un hombre a bordo de una camioneta Ranger no paraba de tocar bocina y pretendía, con el escándalo, que el tránsito avanzara. El joven -harto de los bocinazos- se bajó de su auto y caminó hacia el impaciente conductor para increparlo. Lo que nunca se imaginó fue que lo apuntaría con un arma.
Las dos experiencias se corresponden con un mismo hecho ocurrido ayer, minutos antes de las 13, en pleno centro de Neuquén. La saga terminó con el conductor de la camioneta detenido. El hombre de 32 años entregó voluntariamente el arma que portaba a la Policía y justificó su accionar por creer que se trataba de un robo.