Aerolíneas Argentinas informó a sus pasajeros sobre un paro total que afectará la operación durante 24 horas, desde el mediodía del viernes hasta el sábado a la misma hora. La medida, impulsada por los sindicatos de pilotos, se enmarca en un conflicto que lleva semanas y ha escalado con asambleas y ahora, una huelga que paralizará los principales aeropuertos.
Se estima que entre 25.000 y 28.000 pasajeros se verán afectados por la cancelación de hasta 270 vuelos. La aerolínea ha anunciado que permitirá cambios de pasajes sin costo, tanto a nivel nacional como internacional.
El paro fue votado en una asamblea de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), donde Pablo Biró, líder de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), señaló que el gobierno «no quiere dialogar» y acusó de impulsar un proceso de privatización de Aerolíneas. Biró destacó que la lucha no es por cuestiones salariales, sino por defender la empresa estatal.
El sindicalista criticó a las autoridades por presionar a través de los medios y sembrar divisiones entre los gremios. Algunas organizaciones ya han aceptado un acuerdo salarial menor al 25% que exigen APLA y la AAA, esta última liderada por Juan Pablo Brey. Biró enfatizó la necesidad de mantener la unidad sindical frente a lo que considera una estrategia del gobierno para debilitar su lucha.
El paro fue confirmado por Brey al finalizar la asamblea, y añadió que los trabajadores de ATE-ANAC también realizarán una huelga el próximo jueves 19 de septiembre.
El presidente de Aerolíneas, Fabián Lombardo, reveló que los pilotos de la compañía ganan entre 3 y 10 millones de pesos mensuales, dependiendo de su antigüedad y carga de trabajo. Según la empresa, las recientes medidas de fuerza han generado pérdidas por más de 2 millones de dólares.
Aerolíneas también ha aplicado sanciones, con más de 400 descuentos a pilotos y tripulantes que incumplieron con sus tareas. Además, la empresa ha anunciado que iniciará acciones legales contra los líderes sindicales.
El conflicto parece lejos de resolverse y podría tener nuevos capítulos tanto en los tribunales como en las negociaciones. Mientras tanto, la compañía busca minimizar el impacto en sus pasajeros y continuar denunciando las medidas gremiales que considera perjudiciales.