Buenos Aires.- Un hincha de Gimnasia, de 57 años, murió por un paro cardíaco y más de un centenar de heridos fue el saldo de los incidentes que se registraron este jueves al repeler la policía a miles de parciales del conjunto platense que intentaban ingresar al estadio Carmelo Zerillo con sus entradas en la mano cuando ya se habían cerrado las puertas de acceso para presenciar el encuentro ante Boca.
El cotejo quedó suspendido por «falta de garantías» por el árbitro Hernán Mastrángelo.
El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, remarcó que la «responsabilidad de lo sucedido es toda del club organizador del espectáculo».
Mientras que el titular del Aprevide, Eduardo Aparicio, luego de afirmar que el «partido no volverá a jugarse por ahora», deslindó responsabilidades en el accionar policial «porque había como 1 mil personas en las afueras del estadio cuando las puertas ya se habían cerrado».