Buenos Aires.- Esta mañana, Lázaro Báez tuvo la audiencia con los jueces de la Sala II de la Cámara Federal porteña que lo habían citado para que ratificara o rectificara la carta que había presentado en la que contó que vio al juez federal Sebastián Casanello dentro de la Quinta de Olivos.
«Mientras Cristina se está limando las uñas, yo estoy preso», fue una de las frases que demuestran de manera explícita su malestar con la presidente Cristina Kirchner, a quien acusa de las desventuras que enfrenta en los tribunales.
Se trata de una queja que realizó ante los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah, que lo habían citado para que diera más explicaciones sobre la carta en la que reveló un encuentro en septiembre de 2015 entre el juez federal Sebastián Casanello y la, por entonces, persona que ejercía la Presidencia de la Nación.
Báez confió que había concurrido a Olivos «un martes o miércoles» de la segunda quincena de septiembre último, en compañía de Daniel Álvarez, ex secretario de Néstor Kirchner, y que allí se reunió con la Presidente para plantearle que deseaba traspasar al Gobierno nacional el mantenimiento y vigilancia del mausoleo que guarda los restos del ex presidente en Río Gallegos.
La entonces jefa de Estado le respondió al empresario de la construcción que dejaría pasar las elecciones nacionales de octubre y luego se ocuparía del asunto, según confiaron las fuentes. Y Báez aseguró que observó la presencia de Casanello y De Pedro «con otras personas» -a las cuales no identificó- aguardando en la sala contigua a ser recibidos por Cristina Kirchner.
En la audiencia de esta mañana, Báez, además, se refirió en términos generales a la causa y lo que considera direccionamiento de la investigación contra él y su familia por parte de Casanello.
Fuente: Infobae.