Mendoza.- La provincia está conmocionada por el caso de una nena de 10 años que fue violada y quedó embarazada. El estupor es más grande aún porque la pequeña no había manifestado ser víctima de abuso sexual ni evidenció síntomas sobre una posible gestación, que ya ingresó en la semana 32, esto es unos 8 meses. Por el caso, quedó detenido e imputado un tío de la menor, de 23 años, quien vivía en la casa de la niña desde hacía tiempo.
Todo se descubrió anteayer cuando la pequeña le expresó a su mamá que sentía fuertes dolores de panza, por lo que decidió llevarla primero a un centro de salud y luego al hospital pediátrico Humberto Notti, donde finalmente se constató que estaba embarazada, por lo que quedó internada para realizarse los estudios pertinentes y aplicarle el kit de emergencia para este tipo de casos.
Según el procurador de la Corte, Alejandro Gullé, que está abocado al caso, dijo que ve difícil la instrumentación de un aborto por el grado de desarrollo del bebe. Además, sumó la «objeción de conciencia» que plantearía el médico que debiera realizar la intervención.
El reconocido abogado de Derechos Humanos Diego Lavado se refirió a la condición legal en la que se encuentra la afectada. «El embarazo de una niña por debajo de los 13 años legalmente es producto de una violación. Si está el consentimiento del progenitor, el médico debería proceder a la interrupción, de acuerdo al fallo de la Corte en el 2012, que instó a las provincias a aplicar un protocolo para los abortos no punibles», explicó el letrado.