Estados Unidos. Britney Spears forma parte de la vida de muchas personas nacidas en la década de los 90. Guste o no su música, la cantante marcó un estilo y una forma de interpretar y expresar el pop.
Spears, al igual que muchas figuras que iniciaron su camino a la fama durante la niñez y juventud, atravesó dificultades con las adicciones y lamentablemente no recibió la contención necesaria. Así fue como se convirtió en protagonista de noticias escandalosas con la prensa.
A pesar de sus problemas visibles, la música que hacía y hace no deja de escucharse. La cantante fue víctima de la industria musical y también de su propia familia.
El hashtag #freebritney de las redes sociales tuvo tanta incidencia en la «vida real» que la artista ha logrado dar una serie de pasos con el fin de llegar a su plena libertad como persona, como mujer y como cantante. Una vez más la generación 90 se manifiesta a favor de la ídolo pop.
En las últimas horas se conocieron sus declaraciones ante la Justicia estadounidense. Nadie más que ella pudo darle palabra a los más de 10 años de injusticia, malos tratos y violación sus derechos personalísimos.
A la artista le queda camino por recorrer para conseguir su libertad y el movimiento #freebritney seguirá allí.