«No me salen las palabras para agradecer esta convocatoria. Quiero transmitirles la idea de la reconciliación», dijo el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, al encabezar anoche una cena en el predio ferial de la Rural para recaudar fondos para su campaña presidencial.
Celebrando como propio el triunfo del sector de Ernesto Sanz en la convención de la UCR, que definió una alianza con Pro y con la Coalición Cívica, el líder de Pro llamó a «poner al Estado al servicio de la gente y no de la política».
«Hoy se impone en la Argentina una idea de cambio, tenemos que mirar el futuro», dijo Macri, en medio de aplausos, mientras se veía a su esposa, Juliana Awada, emocionada, secándose las lágrimas.
Frente a la mayoría de los principales dirigentes del PRO y un variado abanico empresarial, Macri llamó a los empresarios a «mirar al futuro», con un estudiado tono conciliador, sobrio y amigable. Durante el discurso frente a los comensales, el jefe de Gobierno resaltó el caso de Juan Carlos, un pequeño comerciante de Lanús, a quien conoció durante una recorrida por esa localidad del sur bonaerense, de quien aseguró que había cumplido el sueño de trabajar de lo que él quería, en el ramo metalmecánico. Apeló a ese ejemplo para hablar de la felicidad y de «hacer lo que a uno le gusta».
«Más allá de todas las riquezas naturales, la Argentina tiene gente, y el cambio depende de nosotros, tenemos todo para ir para adelante, hagámoslo, hagámoslo», enfatizó el precandidato ante la algarabía de los asistentes, que estallaron en aplausos. Luego, el ex presidente de Boca Juniors bajó del escenario y recorrió, una por una, cada una de las mesas.