Las compañías YPF, SHELL y AXION ya ajustaron los precios de sus combustibles, con una rebaja del del 5 por ciento, tras el anuncio realizado por el gobierno nacional.
La medida, publicada en el decreto 2579 del Boletín Oficial, se sentirá a fondo a partir de mañana. «Debido a los alcances de los feriados de los días 31 de diciembre y 1 de enero, la plena aplicación de los nuevos valores se verá reflejada el día 2 de enero en todo el país», adelantaron fuentes allegadas al sector.
Según precisaron, la demora está relacionada con «los procesos de distribución y descarga de los combustibles y la adaptación de los sistemas informáticos» a los nuevos valores.
La medida de rebaja fue anunciada por el Gobierno en el marco de un plan integral anunciado para sostener la actividad petrolera, con el barril de crudo en un promedio de 70 dólares a nivel local.
Las petroleras serán beneficiadas con una baja de impuestos y estímulos para la producción y exportación; también se reducirá el valor del barril que pagan las refinadoras y deberán trasladarlo a las estaciones de servicio, y ningún sector podrá despedir trabajadores.
Esos estímulos serán financiados por el ahorro fiscal que le significará la baja internacional del petróleo, ya que la Argentina importa combustibles para satisfacer el 10% de su demanda, que alcanza los 20.000 millones de litros anuales entre nafta y gasoil.
El plan de contingencia coordinado por el Gobierno, las provincias productoras de hidrocarburos que integran la Ofephi, las petroleras y las refinerías contempla una baja en el precio de naftas y gasoil «sin afectación de rentabilidad de estaciones de servicio», aunque este sector salió a rechazar la iniciativa.
Así lo anunciaron en su momento los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Planificación, Julio De Vido, y la secretaria de Energía, Mariana Mantraga, en medio de la convulsión mundial que provoca la retracción del 46% en el precio internacional del crudo desde junio.
Kicillof advirtió incluso que la crisis mundial en este sector es tan fuerte que provoca que la moneda de Rusia (el rublo) cayera 69% en 2014 y el real brasileño, 12%; también devaluaron China, India, Sudáfrica, Turquía, Indonesia y México; el peso argentino, en paralelo, retrocedió 30% en lo que va del año respecto del dólar estadounidense.