Watson es una máquina capaz de procesar datos en lenguaje natural y de entender, interpretar y poner en contexto la información. De alguna manera se trata de la punta de lanza de la era cognitiva en la tecnología dado que también aprende.
Esta supercomputadora, que probó sus capacidades cuando ganó el juego de preguntas y respuesta de culto de los EE.UU Jeopardy!, evoluciona sus conocimientos de modo cotidiano. Se nutre de los datos que dispone el conglomerado de plataformas que tiene IBM, también de los de sus socios y clientes, y luego de los de dominio público (Wikipedia).
En pocas palabras, Watson optimizó su comprensión: desarrolló un examen más preciso de nuestras expresiones, tanto en el nivel escrito –en base al tono que usamos, entre otros factores- como en el reconocimiento visual. Y potenció, así, suanálisis emocional.
Se estima que Watson es capaz de discernir entre 56 emociones. Logra, por ejemplo, distinguir un comentario positivo de uno negativo, o asimilar el impacto que causa en alguien enterarse que recibió un descuento. Alegría, tristeza y miedo son algunas de las reacciones que ya tiene en su catálogo.
Esta capacidad cognitiva representa una revolución que alterará la tecnología en aspectos todavía difíciles de cuantificar. Sin dudas impactará en el mundo comercial en tanto las máquinas podrán entender qué provoca en sus clientes un producto, pero también en ámbitos como la ciencia, la salud y la educación, en los que ya se está empleando para explorar nuevos horizontes.