El Sargento Manuel Lucero, de la Policía de Neuquén, se convirtió en héroe el pasado 9 de octubre al salvar la vida de un bebé de apenas un año y medio en la localidad de Piedra del Águila. Su rápida intervención, utilizando maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP), fue clave para evitar una tragedia cuando el niño se encontraba en una situación crítica.
Todo sucedió en la tienda «Loana», donde Lucero, que estaba franco de servicio, se encontraba realizando compras junto a sus hijos de 14 y 8 años. De repente, la tranquilidad de la tarde fue interrumpida por los gritos desesperados de una madre joven que, con su bebé en brazos, pedía ayuda urgente. Al escuchar los llamados de auxilio, Lucero no dudó en actuar.
«Cuando la madre entró al local con el niño, me di cuenta de que ya tenía un color morado. Sin perder tiempo, lo tomé en brazos y comencé a aplicar las maniobras de RCP», relató el sargento.
Fueron minutos que parecieron eternos para todos los presentes. Mientras aplicaba las técnicas que aprendió en su entrenamiento en la Policía de Neuquén, Lucero mantuvo la calma, tanto para tranquilizar a la madre como a sus propios hijos que observaban la escena. «Mi prioridad era ayudar al pequeño, pero también era importante transmitir serenidad», explicó.
Después de unos minutos críticos, las maniobras de RCP lograron desbloquear las vías respiratorias del niño, quien expulsó una bola de flema y mocos, recuperando la capacidad de respirar. «Fue un alivio enorme cuando lo vi respirar de nuevo», contó emocionado el oficial.
Minutos después, una ambulancia del hospital local, alertada por los vecinos a pedido de Lucero, llegó al lugar para trasladar al bebé y asegurar su recuperación. Más tarde, el sargento, preocupado por la salud del pequeño, se contactó con la guardia del hospital, donde le confirmaron que el niño estaba fuera de peligro y en proceso de recuperación.
Días después de salvar la vida de un bebé, el Sargento Manuel Lucero fue homenajeado en una emotiva ceremonia en la sede de la Policía de Neuquén. El Jefe de Policía, Comisario General Tomás Díaz Pérez, junto al Subjefe de Policía, Comisario General Walter San Martín, y el Superintendente de Seguridad, Comisario General Néstor Castillo, rindieron tributo a Lucero por su rápida y efectiva intervención.
Durante el acto, las autoridades destacaron la valentía, el profesionalismo y el compromiso del sargento, señalándolo como un ejemplo de los valores que guían a la Policía de Neuquén. «Acciones como esta nos recuerdan la importancia de nuestra labor: proteger y servir a la comunidad», afirmó el Jefe de Policía.