Sunrise.- El equipo de Copa Davis de la Argentina logró la victoria que necesitaba y superó a Israel por 3-2, así evitó el descenso, con una remontada histórica que lo mantendrá el año próximo en el Grupo Mundial, iniciada por el correntino Leonardo Mayer y concretada por Carlos Berlocq al vencer al novato Bar Botzer por 6-2, 6-3 y 6-0.
El «Gladiador» Berlocq (67) empleó una hora y 47 minutos para establecer la diferencia de jerarquía con Botzer (776) y desató la euforia de los 300 argentinos que se quedaron con la foto del final, frente a unos 1.000 israelíes aplaudían de pie en el Sunrise Tennis Club, el escenario que albergó la eliminatoria.
El triunfo de Berlocq permitió a la Argentina remontar una serie adversa y evitar el descenso, algo que le sucedió por última vez hace 22 años, cuando perdió con Dinamarca como visitante el 27 de septiembre de 1992 y bajó a la zona americana.
Además, se logró asegurar la continuidad en la elite una temporada más, tras haber retornado en 2001.
El capitán Martín Jaite, en tanto, se despidió como quería, con el equipo en primera división, luego de tres años en el cargo en el que tuvo como puntos altos las semifinales de 2012 y 2013, cuando perdió las dos veces ante le República Checa, y como lunar o hecho negativo, sus desencuentros con Juan Martín Del Potro, que motivaron su salida del equipo.
Si bien fue Berlocq el dueño del festejo final, hubo antes que él una actuación descomunal del correntino Leonardo Mayer, quien mantuvo a la Argentina en carrera luego de haber al borde del precipicio 24 horas antes.
Mayer, 25 del ranking mundial de la ATP, disipó los densos nubarrones que se habían posado sobre el horizonte argentino y despachó a Dudi Sela (84) por 6-2, 6-1 y 6-4, en una hora y 32 minutos, en el primer punto de la jornada.
Es que la serie había comenzado favorable a la Argentina el viernes con el triunfo de Mayer sobre Botzer por 6-4, 3-6, 6-2 y 6-1, pero luego llegaron las derrotas de Berlocq ante Sela por 6-3, 6-7 (5-7), 6-3 y 6-2, y la del dobles del sábado.
Horacio Zeballos y Federico Delbonis cayeron ante Jonathan Erlic y Andi Ram por 6-3, 3-6, 6-1, 3-6 y 6-3.
En ese contexto, Argentina salió a jugar bajo la presión de ganar o ganar, algo que finalmente se logró porque Mayer aniquiló a Sela y Berlocq decoró el marcador con una victoria sólida, contundente, ante un tenista que no estuvo jamás a su altura.
El de Chascomús se llevó el set inicial con dos quiebres sobre el servicio de Botzer, con la táctica de moverlo de un lado a otro de la cancha, hacerlo correr y forzar el error, algo que le permitió ponerse en ventaja por 6-2 y comenzar a edificar una victoria que se intuía.
En el segundo parcial Berlocq volvió a quebrar al juvenil israelí y ganó por 6-3, mientras que en el último set fue un monólogo y por eso el 6-0 final que ilustró la pizarra.
Berlocq, campeón este año en Oeiras, Portugal, tenía un récord negativo de seis derrotas y ninguna victoria este año sobre cemento, y tampoco había ganado sobre superficies rápidas en la Davis, pero dejó atrás esas estadísticas y barrió a un rival que entró a jugar la serie de apuro, por la lesión de su compatriota Amir Weintraub.
El triunfo de Berlocq y su imagen final haciendo añicos su camiseta argentina ante el delirio del público, fue lo saliente de una jornada en la que Argentina evitó el descenso, y se mantendrá otro año entre los mejores, aunque para perseguir objetivos grandes deberá hacer cambios profundos.
En Sunrise se vio la última versión de Jaite como capitán y su salida descomprimirá la incómoda situación que marginó a Del Potro del equipo.
Ese cambio, sumado a otros más profundos, deberán redundar en el regreso del tandilense, el `as de espadas` del tenis nacional y única bandera posible para ir en busca de objetivos más grandes que mantener la categoría.