Buenos Aires.- A partir de la inserción de parte de los diseños de Cicaré en el mercado internacional de helicópteros ultralivianos, sus hijos en 2010 impulsaron el salto de la empresa familiar para pasar del desarrollo a la fabricación de aeronaves.
La firma de Saladillo participó la semana pasada en el festival internacional de aviación de Oshkosh, en el distrito estadounidense de Wisconsin, dónde presentó sus actuales productos: el monoplaza CH-7B, el biplaza en Tándem CH-7T y el entrenador SVH-4.
Fernando Cicaré, uno de los hijos de Augusto, relató durante un recorrido por la fábrica que su «papá comenzó con esto hace más de 60 años y en todos este tiempo se dedicó al desarrollo».
«Pero a partir del año 2010, viendo que había una demanda importante a nivel internacional y que la licencia que mi padre había otorgado a una empresa italiana vendió más de 800 unidades, nos propusimos salir con un nuevo producto diseñado y fabricado en la Argentina», contó.
«A partir de ahí, primero fue el monoplaza CH-7B, de ahí salieron evoluciones cómo el biplaza en tándem CH-7T que presentamos la semana pasada; también se hizo una actualización de un invento de mi padre que es el entrenador de vuelo SVH-4 y este año estamos concluyendo el biplaza ultraliviano CH-8 y el biplaza comercial CH-12, que van a conformar toda una familia de productos para el mercado local e internacional», detalló.