El viento y la pobreza

0
 Por Nieves Villanueva

Fuertes vientos azotaron la provincia el fin de semana. Ráfagas que superaron los 100 km por hora provocaron caída de árboles, postes, carteles y sus consecuencias fueron cortes de luz y agua.

Mientras pensaba qué bronca no poder aprovechar el domingo al aire libre, no poder ir a andar en bici al Paseo de la Costa, protestaba por la tierra que entra por debajo de la puerta; caí en la cuenta de lo privilegiada que soy. Tengo un techo firme, tengo paredes de material que soportan perfectamente esos vientos, tengo cisterna que me permite tener larga provisión del servicio. Muchas familias en nuestra provincia no pueden decir lo mismo.

Me avoqué a consultar con las organizaciones sociales; si, esas que cortan rutas, calles y puentes o hacen ollas populares en casa de gobierno. Porque mientras este viento castiga y yo protesto por mis problemas de clase media ellos están asistiendo a las familias que lo padecen en serio.

Gladys Aballay (Libres Territorial), Diego Mauro (FOL), Soledad Urrutia (CTEP) y César Parra (PO) coincidieron en lo difícil que es afrontar esta emergencia climática con los pocos recursos que tienen quienes viven en los barrios más precarios.

La falta de infraestructura, los servicios deficientes e irregulares, los peligros de incendio, voladuras de materiales, la tierra que afecta la salud respiratoria y la aparición de bichos peligrosos fueron las preocupaciones que englobaron las respuestas de estas personas que ponen su tiempo, recursos y esfuerzo en ayudar a sus vecinos y vecinas.

En la capital de Vaca Muerta todavía hay familias que viven con el corazón en la boca cada vez que desde Defensa Civil anuncian que se viene alguna alerta climática.