Buenos Aires.- Natalia, la dueña de una panadería del barrio de Palermo, contó como se sintió al momento de intervenir para frenar el abuso de una joven dentro de un auto.
Natalia, junto a su marido, enfrentó a seis depravados que atacaban a la víctima. «Cuando yo la socorro, la chica tenía la ropa interior por debajo de la rodilla y la remera toda estirada», contó la comerciante.
La testigo añadió: «Yo, antes de intervenir, llamé al 911 y mandé mensajes al grupo de prevención. Entendí la función de los que estaban de ‘campana’ cuando vi lo que pasaba adentro del auto».
Se refirió así a un Volkswagen Gol blanco que permanecía estacionado, con cuatro ocupantes más la víctima, y alrededor del cual estaban dos de los acusados.
Cuando los policías llegaron al lugar del ataque, los depravados «se estaban escapando», puntualizó Natalia. «Mi marido corrió junto a los oficiales para agarrarlos», indicó. Poco después, los acusados fueron detenidos.
Natalia contó cómo fue su contacto con la víctima: «Me apretó la mano fuerte y me dijo: Gracias por salvarme`. Y me dijo: ‘No sé como terminé en ese auto porque yo soy de Tigre`».
Los detenidos, de entre 20 y 24 años, quedaron a disposición del Juzgado Criminal y Correccional 21, a cargo del magistrado Marcos Fernández.