Buenos Aires.- Muchos de los funcionarios kirchneristas no están dispuestos a renunciar a sus puestos para facilitar el avance de la nueva gestión. Al respecto, Macri señaló: «No puedo trabajar con ellos porque son militantes del kirchnerismo. Si se hubiesen declarado profesionales independientes era una cosa, pero no pueden seguir porque hicieron política activa a favor de una idea».
Sin embargo, la sentencia del futuro jefe de Estado no modificó la postura de los «rebeldes», que se muestran dispuestos a resistir; entre ellos se destaca el caso de Alejandro Vanoli, presidente del BCRA, quien se aferra a su cargo, al igual que la procuradora Alejandra Gils Carbó, Martín Sabbatella (AFSCA) y Tristán Bauer (RTA).
Ante la falta de voluntad de los funcionarios, la gente de Cambiemos comenzó a buscar herramientas para removerlos. Y el plan comenzó a definirse con claridad en lo que refiere al titular del BCRA.
Macri decidió utilizar la Carta Orgánica del Banco Central para desplazar a Vanoli, ya que en el artículo 9 de la normativa se señala expresamente que «los integrantes del directorio podrán ser removidos de sus cargos, por el Poder Ejecutivo nacional, por incumplimiento de las disposiciones contenidas en la presente Carta Orgánica o por incurrir en alguna de las inhabilidades previstas en el artículo anterior».
A partir de esto, la idea del macrismo es demostrar que el hombre del kirchnerismo violó al menos un par de artículos de la normativa, por lo que habría argumentos suficientes para removerlo de un puesto clave en el desarrollo de la política monetaria.