Se encontraron huevos del Aedes aegypti, transmisor del dengue, en barrios del este de la capital neuquina. De esta manera, la Municipalidad de Neuquén comenzó a trabajar en prevenir y controlar la propagación del mosquito Aesdes aegypti, transmisor del dengue, en la ciudad.
Fernando Saiz, director de Vectores, aclaró que en la capital neuquina “no hay dengue. Solo hubo casos importados”, y contó que “nuestro trabajo consiste en hacer una vigilancia epidemiológica, es controlar y esperar la llegada del mosquito Aedes aegypti, que es particular, no todos transmiten el dengue”.
“En Neuquén no hay dengue local, lo que sucedió es que a partir del trabajo que realizamos con la provincia, encontramos huevos de esos mosquitos. Y lo que hacemos es buscarlos en unas trampas que colocamos”, explicó el funcionario.
“Esta semana nos encontramos con dos trampas positivas en los barrios del este de la ciudad”, informó y añadió: “Esto no es para alarmar sino que es para recordar que debemos seguir controlando para evitar la formación de criaderos. Es decir, que mosquitos que son transmisores del dengue vienen apareciendo en la ciudad hace tres veranos”.
En esta línea, mencionó que “estamos yendo casa por casa a prevenir y recordar las medidas de prevención con folletería”. Comentó que desde el mes de octubre se vienen realizando capacitaciones sobre la temática en las comisiones vecinales.
“Los mosquitos que hay no transmiten la enfermedad porque no tuvimos casos de dengue local, y la transmisión es vectorial, es decir, que necesitamos a alguien que tenga la enfermedad, el mosquito debería picar a una persona que tiene el virus y luego a otra persona sana”, aseveró.
Recordó que “donde hay agua puede haber mosquitos”, a lo que aconsejo a los vecinos y vecinas que no dejen recipientes con agua, como baldes, germinadores, tapas, latas, fondos de piletas de lona, llantas, cubiertas o chulengos, “hay que evitar las acumulaciones de agua para que se generen criaderos”.
“Es un mosquito hogareños. Es una enfermedad que nos toca en las grandes ciudades porque estos bichos viven en las casas, en los patios, en lugares con poca luz. Les gustan los patios con sombra”, señaló, y explicó que “necesita la pared, es clave para reproducirse”.
Además, aseguró que “no viven en grandes flotaciones o en piletas que tienen condiciones como el cloro que hacen que no se puedan desarrollar”.