Las crónicas periodísticas de esta semana anunciaron que “Gracias al empuje la de la actividad en Vaca Muerta y las obras que mejoraron la capacidad de transporte de hidrocarburos de la cuenca, en julio pasado la provincia de Neuquén volvió a batir sus récords históricos de producción. Esta vez, fue por partida doble, al alcanzar las mejores marcas tanto en petróleo como en gas”.
Los datos aseguran que en crudo el mes pasado Neuquén alcanzó una producción de un 28,7 por ciento más que los valores del mismo mes de 2023.Debería ser un dato para celebrar si eso redituara en una mejor calidad de vida para los neuquinos y neuquinas. Pero esto no es así.
En la tierra de los récords de producción de petróleo la pobreza creció seis puntos y la indigencia casi se duplicó comparando este semestre con el del año pasado. El 36.6 % de la población es pobre y el 14 % es indigente.
En la tierra de los récords de producción de petróleo hay gente que no tiene gas, cada día hay más gente durmiendo en la calle, muchas de las rutas están destruidas, los comedores y merenderos no dan abasto.
En la tierra de los récords de producción de petróleo en mayo, las ventas de los supermercados de Neuquén perdieron 5,7 % respecto a las del mismo mes del año pasado.Y podemos seguir.Miles de pobres en una provincia rica: el mundo del revés.