Argentina.- Mercosur, comercio bilateral, cooperación en Defensa y turismo en la temporada de verano. Fueron varios los temas que los presidentes Alberto Fernández y Jair Bolsonaro dialogaron a lo largo de los casi 50 minutos que se prolongó la videoconferencia con motivo del Día de la Amistad Argentino-Brasileña.
Un proyecto tomó relevancia y es el que el gobierno argentino impulsa con fuerza desde el campo energético, para tomar el lugar de Bolivia en el aprovisionamiento de gas a los vecinos, mediante dos alternativas: la venta de gas natural licuado y la construcción de un gasoducto de 2400 kilómetros desde Vaca Muerta a Porto Alegre.
El denominado «Proyecto Gasoducto Uruguayana – Porto Alegre» es unas de las iniciativas más ambiciosas que hoy estudia la Secretaría de Energía de la Nación. Su titular, el neuquino Darío Martínez, ya mantuvo reuniones con el ministro del área brasileño, Bento Albuquerque, con el embajador Daniel Scioli como nexo.
Según los cálculos formulados en el Gobierno nacional, el gasoducto binacional «permitiría llevar la demanda brasileña actual de gas de nuestro país de 3 millones m3/día a unos 15 millones m3/día».
Se dividiría en tres tramos: Desde Tratayen (Neuquén) a San Jerónimo (Santa Fe); desde San Jerónimo (Santa Fe) a Uruguayana, en la frontera de Rio Grande do Sul y ya en el territorio vecino, desde Uruguayana a Porto Alegre, la capital del mismo estado.
Comprende una inversión total de 5 mil millones de dólares y un tiempo estimativo de construcción no inferior a los dos años.