Buenos Aires.- En el primer tramo de la sesión, los principales referentes del oficialismo y de la oposición expusieron la posición de sus fuerzas sobre el proyecto que declara de interés público la reestructuración de la deuda realizada en 2005 y 2010 y el pago soberano local, que comprenda al 100 por ciento de los tenedores de títulos públicos de la República Argentina, en condiciones justas, equitativas, legales y sustentables.
El oficialismo, que reunió 138 diputados para iniciar la sesión (9 más que el quórum necesario) aspira a reunir un número similar para votar a favor del proyecto. Para ello confía en los legisladores propios y en los que pueden aportar sus aliados del Frente de Santiago del Estero, Nuevo Encuentro, PJ La Pampa y Movimiento Solidario de Tierra del Fuego, entre otras fuerzas.
El debate fue abierto poco antes de las 14 por el presidente de la Comisión de Presupuesto, Roberto Feletti, quien pidió que haya «un voto masivo» para este proyecto de pago soberano «para preservar el proceso de reestructuración de la deuda realizado en el 2005 y 2010» y señaló que el endeudamiento que sufrió el país «fue un condicionante de la democracia».
El diputado kirchnerista recordó que las reestructuraciones realizadas desde la restauración democrática generaron «un mayor endeudamiento» y terminaron siendo «un condicionante de las políticas públicas».
Previo al inicio de la sesión, el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, renovó su pedido a la oposición para que acompañe esta propuesta y señaló el país está “ante un hecho que marca la agenda del mundo y la organización de los Estados”.
En el mismo sentido, el aliado Carlos Heller (Nuevo Encuentro), pidió a la oposición que se ponga «del lado del país y deje de actuar del lado de los fondos buitres”, al tiempo que los instó a que “voten pensando en la patria” y que, a su vez, “dejen de hacerlo a partir de cálculos electorales”.
Desde la oposición, el radical Enrique Vaquie, el massista Felipe Solá, el macrista Pablo Tonelli, el economista de Unen, Martín Lousteau, el socialista Juan Carlos Zabalza, y Claudio Lozano, de Unidad Popular, se pronunciaron con argumentos diferentes en contra del proyecto del gobierno.
Vaquie argumentó que la UCR se opone a este proyecto porque «es innecesario» y dijo que con esta iniciativa «le están haciendo un favor al Bony (Banco de Nueva York) y al juez (Thomas) Griesa».
En tanto que Sola insistió con la necesidad de tratar el proyecto que presentó el Frente Renovador al considerar que «es una propuesta integral» que planea soluciones para que los bonistas «puedan cobrar», incluso que se incorporen aquellos que «no ingresaron en los canjes 2005 y 2010».
El macrista Pablo Tonelli pidió que la Argentina cumpla con la sentencia del juez Griesa al afirmar que «acá lo que tiene que hacer el país es acatar el fallo porque eso es lo que impone el sistema jurídico internacional».
El socialista Juan Carlos Zabalza también reafirmó que su bancada está en contra del proyecto de pago soberano de la deuda y cuestionó que el gobierno «haya acepta la sede de Estados Unidos sin la participación del Congreso Nacional».
En la misma sintonía se expresó en contra el economista Martín Lousteau (UNEN), quien consideró «innecesaria» esta iniciativa porque el propio «contrato está facultado para nombrar otro fondo fiduciario» y «no resuelve el problema del bloqueo de los fondos de los bonistas reestructurados».
Claudio Lozano, de Unidad Popular, volvió a insistir en determinar «cuál es la deuda legítima», cuestionó que se «siga emitiendo deuda bajo legislación extranjera» y dijo que este conflicto «se puede solucionar convocando a una asamblea de bonistas».
La sesión fue seguida desde las gradas por trabajadores nucleados en SMATA (Sindicato de Mecánicos), que aplaudieron varios discursos oficialistas y abuchearon los de opositores como Elisa Carrió (Coalición Cívica), Facundo Moyano (Cultura y Educación), Néstor Pitrola (Partido Obrero), Nicolás Del caño (PTS); lo que les valió la advertencia del presidente de la Cámara sobre la posibilidad de hacerlos abandonar el lugar.