The Rise Fund se anunció como uno de los inversores de TICMAS. El fondo global, comprometido con el trabajo social y ambiental, que cuenta con el cantante de U2 Bono, invierte en el nuevo proyecto educativo argentino del Grupo VI-DA, que busca expandir su objetivo: cerrar la brecha de lectoescritura y alfabetización digital en América Latina.
Además de Bono, su cara más visible, The Rise Fund cuenta con un equipo plagado de personalidades exitosas. También forman parte de su junta directiva Richard Branson, fundador de Virgin Group; Reid Hoffman, creador de LinkedIn; Pierre Omidyar, que fundó eBay; Laurene Powell Jobs, la inversora viuda de Steve Jobs; Mo Ibrahim, uno de los filántropos de mayor presencia en África.
En la inversión de TICMAS participan otros dos fondos: Elevar Equity, que se focaliza en proyectos escalables en India y Latinoamérica, y Omidyar Network, que desembarca por primera vez en Argentina.
TICMAS responde a las siglas de “tecnología”, “innovación”, “ciencia”, “matemática”, “arte” y “social”. La plataforma está enfocada al nivel secundario y tiene como objetivo central el desarrollo de habilidades digitales y competencias para el siglo XXI dentro de la escuela.
En Latinoamérica el 90% tiene cobertura de banda ancha móvil, pero solo la mitad de esa población está conectada a internet. La otra mitad no tiene la posibilidad de incorporar el uso de herramientas digitales. Por los altos costos, no tiene acceso a contenidos de calidad. A eso se le suma otro dato que arrojó PISA 2015: el 46% de los jóvenes de 15 años de la región no cumplen con los estándares mínimos de comprensión de textos. Hacia allí apuntan los esfuerzos.
«Hay una oportunidad única para abordar la brecha de lectoescritura en América Latina y mejorar la comprensión de textos como así también las capacidades analíticas a través de soluciones basadas en la tecnología, activos digitales, herramientas pedagógicas y acceso a contenido local de alta calidad», dijo Johanna Posada, directora general de Elevar Equity. «Grupo VI-DA se encuentra en una posición privilegiada para abordar esta oportunidad dado su liderazgo, equipo, visión, acceso a contenido, tecnología y enfoque en los resultados. Estamos emocionados por ser parte de esta travesía».
Por su parte, Eliza Erikson, socia de inversiones de Omidyar Network, consideró: «Creemos que Grupo VI-DA tiene la capacidad de ayudar a las personas en Latinoamérica a que mejoren sus habilidades digitales y su experiencia de aprendizaje. Estamos particularmente entusiasmados con los planes futuros de integrar su contenido con herramientas de evaluación, que pueden ayudar a los docentes a acceder a recursos educativos de alta calidad y personalizar las intervenciones según las necesidades individuales de los alumnos».
TICMAS se propone como un acompañamiento al docente. “De ninguna manera lo desplaza, sino que le da herramientas para orientar la enseñanza”, aseguran. Entre sus funciones, ofrece guías didácticas para propiciar el aprendizaje por proyectos, que rompe con la mirada tradicional por materias, y permite un seguimiento personalizado de los ritmos de cada alumno. La plataforma admite cualquier dispositivo (celular, tablet, notebook) y se puede usar tanto online como offline en zonas rurales.
«Nos sentimos honrados de asociarnos con algunos de los principales inversionistas mundiales para expandir nuestros productos y lanzar TICMAS. Estoy convencida de que el camino más directo hacia una mejor calidad de vida es la educación», remarcó Viviana Zocco, CEO y fundadora de Grupo VI-DA.
«Al centrarnos en mejorar los resultados de aprendizaje de los estudiantes, podemos comenzar a abordar algunas de las necesidades insatisfechas más grandes y persistentes en educación. La comprensión lectora es la base necesaria para desarrollar el pensamiento crítico, la comunicación y la creatividad en los estudiantes. La tecnología puede ser una herramienta educativa muy valiosa para apoyar a jóvenes y educadores”, agregó.
La plataforma pretende unir a toda la comunidad educativa. A las escuelas las acompaña en la transición digital y les simplifica la gestión de los cursos. Los docentes reciben herramientas para adoptar con más eficacia la tecnología. A cada estudiante se lo guía de acuerdo a su ritmo de aprendizaje. Y la otra pata, los padres, se mantienen informados del progreso de sus hijos, se les facilita el vínculo con la escuela.