Neuquén.- Una tarea de investigación iniciada el pasado 11 de septiembre derivó en un operativo conjunto entre la División de Delitos Ambientales dependiente del Departamento Delitos Contra la Propiedad y Leyes Especiales y personal de Guardafaunas, en el marco de una investigación por caza furtiva. La intervención fue parte de un caso de transporte, almacenamiento y comercialización de productos provenientes de especies protegidas, y estuvo autorizada por la justicia.
El allanamiento en una vivienda de Junín de los Andes permitió encontrar una amplia variedad de productos y subproductos de fauna silvestre. Entre los objetos secuestrados había cabezas y cráneos de animales como ciervos, antílopes, jabalíes, e incluso una leona. También se incautaron 21 astas de ciervo colorado, pieles y colmillos de jabalí, y partes de animales exóticos. Estos productos, que carecían de la documentación requerida por las normativas locales y el Convenio CITES, son indicativos de prácticas de caza furtiva y comercialización ilegal.
Además de los elementos relacionados con la fauna, en la propiedad funcionaba un taller clandestino donde se fabricaban supresores de sonido (silenciadores) y se recargaban municiones. Entre las pruebas incautadas se encontraron 41 municiones de diversos calibres, así como un arma de fuego tipo revólver sin identificación visible.
Los involucrados, todos mayores de edad, fueron citados por la Justicia para ser notificados de su imputación en el caso, mientras que la investigación, a cargo de la Unidad Fiscal de Delitos Ambientales, continúa para determinar el alcance completo de las actividades delictivas.