Neuquén.- En el año 2017, la planta de agua pesada de Arroyito paró su producción y más de la mitad de sus trabajadores perdieron sus puestos.
A lo largo de estos años hubo promesas de varios sectores, pero todo sigue igual y unos 120 empleados mantienen la planta sin realizar producción.
Estas personas tienen contrato hasta abril y temen perder sus trabajos y la decisión de abandonar a la planta y sus instalaciones.
«Si bien hay intenciones ciertas de dos empresas de Canadá, necesitamos de inmediato que se extiendan los contratos de conservación», comentó Nicolás Ventura, representante de los trabajadores, en contacto con La Red Neuquén.
En este marco, aseveró: «Hemos estado cobrando en cuotas pese a que cumplimos con nuestras obligaciones. Trabajamos de 8 a 16 horas y en turnos permanentes de día y noche».
Ante un contexto difícil en términos de economía y trabajo, el referente comentó que si la planta estuviera activa podría generar más de 500 puestos de trabajo.
«Con una empresa se analizó la producción de una línea. Eso ya permitiría el ingreso de 150 nuevos trabajadores casi de forma automática», afirmó.
Por último, remarcó que la planta daría empleo en un momento donde más se requieren nuevos puestos de trabajo.