Buenos Aires.- El nuevo sistema de recuento de víctimas de Coronavirus que comenzó a aplicar ayer la provincia de Buenos Aires y significó un salto de más de 3.500 fallecidos generó controversia entre especialistas y funcionarios.
«Creo que hay un problema de tipo estratégico. Quizás, este método, pueda ser mejor que el SISA (Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino). Pero creo que hay provincias que con el SISA les alcanza. Ninguna reconoció o dijo que no había denunciado a todos los pacientes fallecidos», dijo Eduardo López, médico infectólogo y jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.
El especialista, que forma parte del equipo de expertos que asesora al gobierno nacional en la pandemia, agregó; «Puede ser un modelo interesante. Pero este cambio implica que tiene que haber un consenso para que se aplique en todo el país. Por otro lado, si hemos venido funcionando con SISA hasta ahora, a nivel nacional, que una provincia haga su propio modelo puede generar confusión».
Por su parte, Pedro Cahn, médico infectólogo y director de la Fundación Huésped, consideró que el nuevo sistema bonaerense puede ser superador al SISA y permitir tener datos más actualizados.
«La responsabilidad de la carga de datos al SISA es de cada centro de salud, no de las jurisdicciones. No me preocupa la aparición de los 3.500 muertos, me parece una mejora en la transparencia. Hasta ahora el sistema de registro era individual, los subía cada médico o la institución», dijo Cahn en una entrevista en radio.
Consultado sobre cuál de los dos registros es mejor, si el nacional o el nuevo presentado por la Provincia, el titular de la Fundación Huésped dijo que el bonaerense suma más variables y que, de ser más efectivo que el nacional, se debería aplicar en todo el país.