Buenos Aires.- El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, explicó que, si bien trabajan para generar un consenso entre los gobernadores que garantice la presencialidad en las aulas argentinas, cada provincia tomará la decisión final para decidir la modalidad de clases que crea más conveniente para el año 2021.
Así como con las restricciones de circulación nocturna, que funcionan como una recomendación para los gobernadores, quienes definen finalmente de qué modo se implementarán en cada distrito. «Hay pautas nacionales para la vuelta a clases, pero las decisiones de cada regreso las tienen las diferentes jurisdicciones», dijo Trotta.
Para evitar cerrar escuelas donde no hay riesgo de contagio de Coronavirus, el plan del Gobierno es adecuar una modalidad particular de clases que se adapte a cada situación epidemiológica del país. «Si tenemos realidades diferentes, tenemos que dar respuestas distintas. A la diversidad de realidades le respondemos con abordajes distintos. En aquellos lugares donde la realidad epidemiológica sea óptima vamos a intensificar la presencialidad», sostuvo el ministro.
Algunos gremios docentes vinculan la presencialidad con la eventual inmunidad de los docentes, en un escenario difícil de proyectar por las dudas que rodean la provisión de dosis, y otros advirtieron que no van a empezar las clases si las condiciones sanitarias no están dadas. Además, exigieron la vacunación para los docentes como uno de los requisitos fundamentales para volver a enseñar.
«La vacunación para los docentes comenzará en febrero, pero no vamos a lograr vacunar a todos antes del inicio de las clases. El proceso no terminará rápidamente. Vamos a mantener los protocolos necesarios para conseguir un regreso seguro a la presencialidad», cerró el ministro.