Neuquén.- El municipio clausuró ayer tres autoparques -de uno de los cuales se secuestraron 12 vehículos y una lancha- por funcionar sin licencia comercial ni medidas de seguridad adecuadas, en un operativo que se llevó a cabo de forma conjunta con la Policía Provincial. Estas acciones proseguirán y se extenderán a todos los negocios dedicados a la compra y venta de autos usados en la ciudad.
Así lo informó el subsecretario de Fiscalización Externa, Gustavo Orlando, quien indicó que se busca normalizar la comercialización de rodados usados en función de denuncias recibidas por vecinos. “Es obligación del Estado defender los derechos que como consumidores tienen los ciudadanos”, subrayó.
Desde la Municipalidad se verifica, entre otros aspectos, que los comercios del rubro compra-venta de autos se encuentren habilitados y cuenten con medidas de seguridad, como por ejemplo matafuegos y salidas de emergencia. También, que cada uno de los vehículos ofrecidos hayan sido verificados por la Policía o Gendarmería, en aplicación a la ordenanza Nº 12.281 sancionada oportunamente para frenar la comercialización de autos mellizos en la capital.
En este marco, se procedió poco después del mediodía de ayer a la clausura total del autoparque “Anzo”, de Láinez 337 “por no tener licencia comercial ni medidas de seguridad y encima estaba colgado de la red eléctrica. Y como además los papeles de los vehículos no estaban en regla fueron secuestrados dos camiones, dos camionetas, tres utilitarios, cinco autos y una lancha”, informó el subsecretario municipal.
El operativo prosiguió en el local de Independencia al 1.300 que también funcionaba clandestinamente, y luego por el ubicado en Independencia 1.292 por falta de licencia comercial y no tener habilitado un galpón de grandes dimensiones que funcionaba como depósito.
En estos dos lugares no se secuestraron vehículos porque eran cero kilómetro y por lo tanto la documentación se encontraba en regla.
“Este operativo sigue y se extiende a todos los autoparques dela ciudad”, advirtió el funcionario. “Es un resguardo para los compradores porque si compran de buena fe a una concesionaria ilegal pueden ser estafados y no tienen donde reclamar”.
La ordenanza Nº 12.381 establece la obligación a los comerciantes del rubro compra-venta de automotores usados a realizar la verificación policial o por ante gendarmería de todos los vehículos que ofrezcan para la venta o permuta.
En sus considerandos aclara que si bien es cierto que la ley da las herramientas para realizar este tipo de transacciones sin inconvenientes, en muchos casos los compradores desconocen las mismas y al realizar compras de vehículos usados sufren estafas, entre las que se destacan la falta de documentación, o que sea falsa o adulterada, como así también los llamados autos “mellizos”.