Cataluña.- En cuestión de dos horas se anunciaron tres cambios de planes oficiales respecto de lo que puede hacer el gobierno independentista de Cataluña, del que se esperan definiciones cruciales hoy.
Lo que está claro es que la confusión es enorme y la duda es hasta qué punto esa confusión que llega a la ciudadanía anida también en quienes gobiernan el llamado «proceso separatista».
Anoche los catalanes se fueron a dormir convencidos de que hoy habría independencia. Al mediodía, les dijeron que eso quedaba sin efecto, que el presidente regional Carles Puigdemont cancelaría la declaración de ruptura y, en cambio, llamaría a elecciones autonómicas.
Hubo incluso reacciones en la calle. Independentistas indignados que hablaron de «traición» y «fraude» y hasta renuncias en el bloque. Pero, pasadas las 2 de la tarde (las 9 en Buenos Aires) todo se dejó sin efecto.
Con la gente en la plaza esperando para escuchar a Puigdemont, la comparecencia del presidente regional fue «suspendida». Ahora las dudas y el desconcierto son enormes.
Muchos temen que esta nueva suspensión revele una nueva vacilación por parte de Puigdemont. Las conjeturas apuntan a que existe una «negociación» en marcha. Pero, a esta hora, nada está muy claro y todo parece fruto de una enorme imprevisión.