Los resultados de la autopsia psicológica al soldado Pablo Córdoba, quién fue encontrado con dos disparos en la cabeza el pasado 1 de junio en el Regimiento de Zapala, determinaron que no se suicidó.
Precisamente, el informe dice que «no se cumpliría con los indicadores de conducta suicida o de autolesión, ya que no se evidenciaron sentimientos de desesperanza hacia el futuro o de una conducta hostil para sí mismo».
Además se supo que en el predio del Ejército se realizará una nueva pericia. Se trata de una planimetría en el lugar donde fue hallado el cuerpo de Pablo. Según trascendió, dicho estudio se realizó hace cinco meses pero aparentemente fue de manera incorrecta.
Mientras tanto, la familia de Pablo Córdoba exige que la carátula de la causa se cambie de «muerte dudosa» a «homicidio» y denuncian que los responsables de la muerte de su hijo están «dentro del Ejército».
«Consideramos que el asesino de mi hijo y los cómplices son todos militares debido al movimiento y encubrimiento que ha habido en todo esto», denunció Natalia Uribe, madre del soldado, en medios radiales.
En ese sentido, reclamó que el Ejército ha trasladado personal para encubrir a los responsables de su homicidio.
También, mencionó que los resultados del examen toxicológico negaron que Pablo haya tomado «drogas, alcohol o algún antidepresivo» el día de su muerte. «Creemos que cualquier pericia va a determinar que a mi hijo lo mataron», aseguró la madre.