Neuquén.- Un confuso episodio ocurrió este viernes por la noche en el barrio Ferroviario. Una unidad de Autobuses Neuquén fue interceptada alrededor de las 22.45 por un auto que se cruzó en el camino y que era conducido por un hombre totalmente borracho, que tenía 2,3 gramos de alcohol en sangre.
Según informó el comisario inspector Roberto Bello, el chofer del colectivo asombrado, detuvo su marcha porque creyó que era una persona que necesitaba ayuda. Sin embargo, el conductor del vehículo se subió al transporte público, agarró al colectivero y lo amenazó con tomar la unidad «en reclamo de trabajo».
Sin embargo, no fue el único evento. Una hora antes, el mismo hombre se había presentado en la base de Autobuses Neuquén, calle Laprida al 7000, con intenciones de agredir al personal de seguridad y a un chofer de la empresa. «el hombre borracho estaba buscando a un chofer de colectivo porque quería agredirlo», aseguró el comisario.