Buenos Aires.- Boca cerró su 2014 con una derrota como local por 2 a 0 ante Gimnasia y Esgrima La Plata, en una Bombonera que rugió en contra del presidente Daniel Angelici, aplaudió a Emmanuel Gigliotti y pidió por Juan Román Riquelme.
A los 10′, la visita se puso en ventaja con un tanto de Jorge Rojas, luego de un centro mal despejado por Leando Marín que le sirvió la el remate volante platense desde la puerta del área.
Tras el gol, el «Xeneize» empujado por su gente fue en busca del empate y contó con una media docena de oportunidades para anotar. Pero le faltó claridad en los metros finales y los intentos se desvanecieron en las manos de Monetti.
Carrizo, Marín y Fuenzalida con remates desde afuera del área exigieron al arquero que respondió con seguridad. La más clara estuvo en los pies de Gigliotti que de volea definió un córner y la pelota fue al lugar donde estaba el portero de Gimansia.
En la primera jugada del segundo tiempo, Pablo Vegetti de cabeza anotó el 2 a 0 para el «Lobo». Fue la séptima conquista en el campeonato para el ex Ferro.
Sobre los 26 minutos, Luciano Acosta recibió la pelota en el área, enganchó y sacó un remate que rebotó en la mano en Barsottini. Todo Boca reclamó el penal, pero el árbitro Abal no lo cobró.
Sobre los 30, una vez más, la hinchada iba a dar la nota con el lanzamiento de fuegos artificiales y el uso de bengalas. Por lo ocurrido en las tribunas, el árbitro debió parar el juego por casi cinco minutos.
Una derrota más en la Bombonera en este año para el olvido, sin resultados, con el consuelo de haber clasificado a la Libertadores 2015. «La camiseta de Boca se lleva en el corazón, te seguimos a todas partes, aunque no salgan campeón» y «aunque ganes o pierdas no me importa una mierda, sigo siendo Bostero porque a Boca lo quiero», fue uno de los cantos de guerra de la gente, que bancó a Gigliotti y volvió a nombrar a Riquelme.
El equipo de Rodolfo Arruabarrena cerró el torneo con 31 unidades, producto de nueve victorias, cuatro empates y seis caídas. «El Xeneize» nunca pudo encontrar la regularidad y aunque mantuvo chances matemáticas de pelar por el título hasta las últimas jornadas, no pudo destacarse.