Río Negro.- Efectivos policiales interceptaron este sábado, en la Avenida Bustillo de Bariloche, a un vehículo Ford Focus que era conducido por un adolescente alcoholizado y además en el habitáculo llevaba un arma de fuego.
Todo comenzó con un llamado la 911 que alertó a la fuerza policial sobre maniobras indebidas del vehículo. Cuando el rodado fue interceptado, el conductor intentó escapar y en esa maniobra estuvo a poco de embestir a uno de los uniformados que participaba del procedimiento.
Al ser sometido al test de alcoholemia, a cargo de inspectores del municipio, el mismo arrojó 1,52 gramos de alcohol en sangre. El conductor tampoco tenía registro de conducir y documentación del rodado.
En una requisa posterior que solicitó el Ministerio Público Fiscal fue hallada un arma de fuego que estaba oculta entre los asientos delanteros. La misma fue secuestrada.
El conductor fue puesto a disposición de las autoridades del área de menores de edad, mientras que su acompañante de 18 años fue demorado en el marco de las actuaciones judiciales pertinentes.