Mendoza.- «¿Les quedó claro que no soy ninguna tarada para estar delante de ustedes y que me revienta que cuando yo estoy leyendo, me estoy rompiendo el traste para que entiendan el texto, y les hago los cambios de voz para que uno se duerma, el otro lea y el otro se rasque las partes pudendas? y para lo que no entiendan los que son las partes pudendas, son las bolas». Así comenzó su clase la docente Laura Cogni, profesora de literatura de la escuela DAD, perteneciente a la Universidad Nacional de Cuyo en Mendoza. La mujer, visiblemente bajo los efectos de su ira, les recriminó a sus alumnos la falta de atención.
Desencajada, la maestra amenazó a los estudiantes y hasta les advirtió que si era necesario les impediría su ingreso a la Facultad. «Están a seis meses de entrar a la universidad y les juro que hay que gente que no entra gracias a mí. Me encanta verlos sufrir y no tengo piedad. Ni la mínima piedad. No me importa un carajo si tengo que matarlos», lanzó.
La polémica se desató tras la difusión de un video de una docente mendocina «sacada» por el desinterés de sus alumnos en una clase de una escuela secundaria dependiente de la Universidad Nacional de Cuyo.
El video fue la prueba que llevaron a los directivos los padres que dieron aviso al Rectorado. Ahora se inició un proceso de información sumaria contra la docente que estalló por la actitud de los estudiantes.
Los chicos cuentan que la gota que rebalsó el vaso aquel día fue cuando una de las chicas de ese curso del último año se quedó dormida. Esto generó la ira de la docente que reclamó el desinterés de toda la clase y fue grabada por uno de los alumnos sentado en el final del aula.